16 de abril de 2013

Primer día de Elección MIR 2013

Cómo los dos años anteriores, he madrugado lo suficiente cómo para seguir en directo (vía internet) el primer día de la elección de plaza de los presentados al MIR. Como en las ocasiones anteriores, y sin estar involucrado directamente con el examen y todo su mundo, me he puesto nervioso.

Para aquellos que lean esto y no sepan de lo que hablo, me explico. Cuando ya han salido los números de orden definitivos tras la correción del examen y el baremo con el expediente, los MIRes tienen que dedicarse a hacer una lista con las opciones que elegirían, en orden. Eligen ciudad, hospital y especialidad. Después de hacer la lista solamente falta una cosa: que llegue el día de elegir y que puedan cumplir el deseo de realizar la primera opción que anotaron.

Pues bien, enciendo el ordenador, accedo a la página del Ministerio de Sanidad, y al ver que no ha empezado la elección, le echo un vistazo al twitter para ver cómo están los ánimos. Se palpa la tensión de la gente, tanto la que va a elegir, como la que por amor al arte ha madrugado para seguir el evento. Después de pulsar un par de billones de veces la tecla F5, aparece la primera elección en torno a las 9:45 de la mañana: Cardiología en la Paz. Esta decisión no sorprende, ya que cardiología es una de las opciones más cotizadas en la elección.

Siguen apareciendo las plazas elegidas a cada golpe de F5, una tras otra, con el nombre y número de orden de la persona que elige. Ves que conoces a alguno. Te alegras de saber que al final han elegido lo que querían y donde querían (Miriam).

La rutina parece monótona, hasta que llega el número 81 y elige Microbiología en el Gregorio Marañón. En ese momento te imaginas a los 269 electores que quedan en la sala en pie, vitoreando el nombre de la chica que les ha regalado este momento tan inusual.

En el desarrollo de la jornada, ves como, sorprendentemente hay electores que deciden no elegir plaza, y cómo salta directamente del 17 al 19, sin dejar rastro alguno del 18. ¿Dónde se habrá metido? ¿Le habrá entrado el miedo? ¿Se habrá dormido? Pues la respuesta llega cuando, la que se presupone que es su novia, elige Cardiología en Santiago con un 230. El enamorado elector ha dejado pasar 212 electores, con el riesgo de perder su plaza, por esperar a su novia y poder hacer la Residencia en la misma ciudad. Quien diga que eso no es amor, es que no sabe lo que signifa el MIR. Momentos cómo éste, y el del 691, que pasa aproximadamente media hora tomando la decisión sobre el estrado, provocando twitts del estilo "La vida es lo que pasa mientras esperas a que el 691 decida #2MIR13" , son los que hacen que esto no sea una mera elección de una plaza cualquiera.

Logran enganchar a cualquier estudiante de Medicina que se preste a ello, haciéndole partícipe de cada una de las historias que hay detrás de cada uno de los electores que se encuentran en la sala, sabiendo que en poco tiempo, serán ellos quienes estén delante del ordenador pulsando la tecla ENTER que decide dónde van a formarse en lo que van a dedicarse el resto de su vida.



A.



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