7 de abril de 2013

Una pregunta especial

Es La pregunta. Esa con la que todo estudiante de Medicina va a tener que lidiar desde antes  de empezar la facultad: ¿Que especialidad quieres hacer?.

Termina la Selectividad y con la nota en la mano, decides hacer la preinscripción en Medicina. No sabes aún cual de las 31 facultades públicas (que se dice pronto) u otras cuantas privadas vas a elegir. No sabes muy bien en qué consiste la carrera, pero decides entrar, porque para darse la vuelta siempre hay tiempo. Haces la preinscripción y tus padre, tíos, abuelos y demás familia y amigos ya formulan la pregunta. En este momento no sabes qué responder por una única razón: no sabes cuales son las especialidades más allá de las conocidas por todo el mundo.

Empiezas la universidad, con ilusión y creyéndote el rey del mundo, y la gente sigue formulando la dichosa pregunta, sin saber que lo único que conoces de medicina es la bata que te pones para entrar en el laboratorio de bioquímica. Llega la primera jornada de exámenes, y se acabó lo de creerse el rey del mundo.

Durante los tres primeros años de carrera no ves mucho que te ayude a responder La pregunta, pero aún así, la gente se empeña en seguir formulándola, con la esperanza que en los próximos dos meses puedas darles una respuesta mejor.

Y por fin empiezan los años clínicos. Empiezas a contactar con especialidades conocidas por todos (cardiología, pediatría, digestivo...) y que todo el mundo sabe más o menos qué tipo de patología tratan, a la vez que contactas con otras menos conocidas por la gente de a pie (reumatología, rehabilitación...). Empiezas a poder contestar a medias La pregunta: No sé lo que quiero hacer, pero sí sé que no quiero hacer "X".

En este punto se crean dos vertientes. Una de ella, la del alumno que termina la carrera no cerrando muy bien el cerco de especialidades que prefiere, y que llega al MIR con dos, tres, cuatro o incluso más especialidades que no les importaría hacer. Y por otro lado, hay alguien que ha sido elegido por la especialidad (si, si, no me he equivocado, ELEGIDO POR LA ESPECIALIDAD) y tiene muy claro a qué se quiere dedicar el resto de su vida.

Personalmente, ya me ha elegido la especialidad y aun así, me cuesta responder la pregunta. Ya sé a qué me quiero dedicar, pero siempre queda poner la coletilla de "si me da". Porque lo que todos preguntan es el Qué, y lo que no saben es el Cómo.

Pocas personas saben que para responder esa pregunta con 100% de seguridad tienes que haber sacado una de las mejores notas de la selectividad, haber pasado una carrera de seis años de importante estudio, haberte preparado un examen nacional durante aproximadamente un año y haber sacado una plaza para ello. Después de esto hay una formación de cuatro o cinco años que te dará los conocimientos que verdaderamente servirán para la práctica diaria. ¿Y todo esto para qué? Para que a finales de este mes de mayo, unos 7.000 especialistas recién formados saquen sus billetes al extranjero en busca de una oportunidad para poder contestar un "Soy" en vez de un "Quiero ser Pediatra".



A.

4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Muchas gracias Miriam! Eliges el 16 ya, no? Estaré atento para ver en qué hospital lo haces y me vayas contando!;) Ánimo, que ya en nada estás metida en faena!!

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  2. Verdaderamente me está sorprendiendo leer algunas entradas aisladas del blog... jeje justo cuando ayer escribí una CASI idéntica a esta entrada tuya... http://defutbolydemedicina.blogspot.com.es/2013/12/que-especialidad-quieres-hacer.html

    Te sigo... Somos del mismo "año MIR" y comparto parte de la filosofía que he visto medio plasmada ya en tu blog ;)

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